Lourdes

 

 

 

 

Título original: Lourdes

Año: 2009

País: Austria, Francia, Alemania

Duración: 96 min.

Género: Drama

Temática: Simbología cristiana

Calificación moral: TP

Director: Jessica Hausner

Guión: Jessica Hausner

Fotografía: Martin Gschlacht

Reparto: Sylvie Testud, Léa Seydoux, Gilette Barbier, Gerhard Liebmann, Bruno Todeschini, Elina Löwensohn

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Christine, una joven con esclerosis múltiple, forma parte de una excursión a Lourdes, lugar al que peregrina con más curiosidad que devoción. Las personas que componen el grupo son de lo más variadas; entre ellas encontramos a una devota anciana, un par de chismosas, un escéptico, un sacerdote, varios voluntarios de la Cruz de Malta, unas enfermeras... Son personajes muy reales, esbozados con acierto, con sus sentimientos y miserias. Viajan a Lourdes buscando, en muchos casos, una novedad en sus vidas, basada más en un fenómeno extraordinario, que en su crecimiento espiritual.

 

Jessica Hausner retrata lo que rodea al santuario de Lourdes de un modo casi documental, un aspecto al que ayuda mucho que las localizaciones del rodaje sean reales. La directora y guionista austriaca, pese a ser agnóstica trata el tema con respeto. Son varios los directores no creyentes que han afrontado el género religioso con desiguales resultados, siendo éste uno de los casos más notables.

 

El largometraje plantea muchas preguntas. Algunas son respondidas por el sacerdote, desde su confianza en la Providencia Divina y su visión cristiana que antepone la salud del alma, a la del cuerpo. La película es fría y poco complaciente, fiel a su estilo europeo. Quizás falte un poco de alegría y fervor pero, sin duda, su temática y desarrollo son de un gran interés.

 

Tratamiento de la fe cristiana

Una de las cuestiones puestas en liza, es la aparente arbitrariedad de Dios al curar a unos y a otros no. Christine experimenta una extraordinaria mejoría, tal vez milagrosa. Sin embargo, no es fruto de la fe con la que se acerca a Lourdes. Por el contrario, una madre que reza con devoción para que se recupere su hija, no obtiene respuesta. Esto afirma el hecho de que la voluntad de Dios es un misterio para nosotros.

 

Otra de las preguntas inevitables es sobre el sufrimiento. Uno de los peregrinos, el más incrédulo, le pregunta al sacerdote, por qué siendo Dios bondadoso no cura a los enfermos pudiendo hacerlo. La respuesta apela a otros milagros menos visibles en los que interviene Dios, como la curación interior de algunas personas, que por su Gracia encuentran un sentido a la vida. En otro momento del film, el sacerdote manifiesta el valor especial que, con independencia de las circunstancias, tiene cada vida.

 

Christine teme que la curación no sea duradera, algo que sucede en ocasiones. De pronto se encuentra ante una nueva vida, con nuevas oportunidades, que sin embargo podrían esfumarse en cualquier momento.